En la cotidianidad las personas pueden enfrentar diferentes situaciones que afectan su bienestar o su diario vivir, en este caso, hablaremos de aquellos que son más propensos a padecer una caída.
Ya sea en casa, en el trabajo o en los lugares que se frecuenten, pueden haber personas más propensas a enfrentar una caída, de acuerdo con su salud, su entorno o la situación en que se encuentren.
Para empezar, ¿qué se considera una caída?
La Organización Mundial de la Salud, define a la caída como la consecuencia de cualquier acontecimiento que precipita al individuo al suelo en contra de su voluntad.[1]
Por ello, las caídas no solo son un tropiezo momentáneo, ya que pueden afectar la calidad de vida de las personas en diferentes aspectos como:
Físicos: Pueden ocasionar fracturas, daño en tejidos blandos o secuelas permanentes.
Psicológicos: Pueden generar temor y ansiedad recurrente a sufrir una nueva caída.
Sociales: Puede generar sobreprotección familiar, limitando a su vez, la independencia de la persona que enfrentó la caída.
Además de esto, ¿qué puede causar una caída?
Cuando una persona se cae, las consecuencias pueden variar dependiendo de varios factores, como la edad, la salud general y el entorno en el que ocurre la caída.
Algunas posibles consecuencias además de las mencionadas incluyen: lesiones graves, contusiones, dolor, incapacidades prolongadas e incluso pérdidas irreparables, por esta razón, hoy conoceremos qué personas tienen mayor riesgo a padecer una caída.
¿Quiénes son más propensos a padecer una caída?
- Menores de 11 años o mayores de 65 años.
- Personas con antecedentes de caídas previas.
- Con amputación de miembros inferiores, alteración de la marcha o que requieran dispositivos de ayuda para caminar.
- En estado de delirium o con alteraciones mentales.
- Que se encuentran en una habitación con iluminación deficiente o sin barandas en la cama.
- Con dispositivos de movilización deteriorados.
- Que padecen incontinencia urinaria (sin uso de pañal) o que se movilicen sobre pisos mojados.
- Personas que toman medicamentos que aumentan su frecuencia para ir al baño a orinar y deben movilizarse.
- Personas que tomen medicamentos que le puedan generar mareos, síncope, somnolencia, confusión, adinamia, cambios en la conducta, hipotensión o hipoglucemia.
Es importante abordar las caídas de manera proactiva, tomar medidas preventivas y buscar atención médica adecuada para minimizar el riesgo de lesiones y facilitar la recuperación en caso de caídas.
Recuerda:
La prevención y la conciencia son clave para minimizar los peligros asociados con las caídas.
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[1] Ministerio de Salud. Procesos para la prevención y reducción de la frecuencia de caídas. Página 9.